viernes, 7 de octubre de 2011

Tú eliges...

Definitivamente odio al tiempo,

siempre va al contrario de lo que espero,

cuando quiero que los días pasen rápidamente

se me hacen interminables, cuando deseo

que el tiempo se detenga, se empeña en

no dejarme disfrutar. Definitivamente odio muchas

cosas con las que pierdo el tiempo: los atascos,

esperar a alguien, tumbarme en la cama y no poder dormir,

estar mirando la pantalla del ordenador sin saber que hacer,

escuchar una y otra vez el mismo tema de conversación,

no llegar a una bola por décimas de segundo…y por

supuesto odio al tiempo cuando tengo un buen plan

y otras actividades me impiden disfrutarlo, cuando

los viajes se acaban, cuando una buena canción

da paso a una mala, cuando tus labios se separan de los mios…

en fin, el tiempo, ese pequeño matiz que hace que nuestra vida

sea caótica a corto plazo, que hace que nos desesperemos,

nos hundamos y seamos incapaces de levantar la cabeza…

pero, ¿Qué pasa a la larga?

cientos de veces hemos escuchado: el tiempo todo lo cura

y, debe ser que el tiempo tiene sus cosas buenas:

nos pone a cada uno en nuestro lugar,

nos hace olvidarnos de los problemas…

definitivamente el tiempo a largo plazo es un tiempo bueno…

pero veo un gran problema, para que haya un tiempo a largo plazo,

debe haber muchos tiempos a corto plazo y ahí queridos lectores

es donde debemos aprender a vivir.