viernes, 7 de junio de 2013

A solas con un ritmo


Hay una verdad universal que todos debemos afrontar, queramos o no. Al final todo se acaba...

Nunca me han gustado los finales...

El último día de un viaje...
El último capítulo de un libro...
El último gol de un mundial...
El último paso en un camino...
La última palabra de una canción...
Separarte de un buen amigo...

Los finales son inevitables...todo lo que nos resultaba cómodo...nuestra tierra firme...pasamos página...

La felicidad es una fácil salida de emergencia, un escape de la mediocridad y la rutina sin retorno.

El desafío es ser infeliz.


viernes, 12 de abril de 2013

A pesar de todo...

Podemos hacer un símil entre la ciudad donde vivimos y la caja de Skinner. Nosotros seríamos el roedor que deambula por la caja esperando a que el experimentador (nuestra sociedad) condicione nuestra conducta y actitud.

En nuestra caja tenemos una rueda para realizar ejercicio y una palanca que nos administra pequeñas dosis estimulantes. Durante toda la semana como buenas ratas experimentales nos subimos a la rueda y corremos sin parar para mantenernos en forma. Cuando llegan los fines de semana el experimentador se ha encargado de condicionarnos de manera que no podamos evitar pulsar la palanca compulsivamente y administrarnos las dosis adictivas que nos proporcionan placer y escape a las aburridas carreras en la rueda.

Enhorabuena a todas aquellas ratas que sois capaces de no pulsar la palanca y seguir subidos en la rueda.

viernes, 7 de octubre de 2011

Tú eliges...

Definitivamente odio al tiempo,

siempre va al contrario de lo que espero,

cuando quiero que los días pasen rápidamente

se me hacen interminables, cuando deseo

que el tiempo se detenga, se empeña en

no dejarme disfrutar. Definitivamente odio muchas

cosas con las que pierdo el tiempo: los atascos,

esperar a alguien, tumbarme en la cama y no poder dormir,

estar mirando la pantalla del ordenador sin saber que hacer,

escuchar una y otra vez el mismo tema de conversación,

no llegar a una bola por décimas de segundo…y por

supuesto odio al tiempo cuando tengo un buen plan

y otras actividades me impiden disfrutarlo, cuando

los viajes se acaban, cuando una buena canción

da paso a una mala, cuando tus labios se separan de los mios…

en fin, el tiempo, ese pequeño matiz que hace que nuestra vida

sea caótica a corto plazo, que hace que nos desesperemos,

nos hundamos y seamos incapaces de levantar la cabeza…

pero, ¿Qué pasa a la larga?

cientos de veces hemos escuchado: el tiempo todo lo cura

y, debe ser que el tiempo tiene sus cosas buenas:

nos pone a cada uno en nuestro lugar,

nos hace olvidarnos de los problemas…

definitivamente el tiempo a largo plazo es un tiempo bueno…

pero veo un gran problema, para que haya un tiempo a largo plazo,

debe haber muchos tiempos a corto plazo y ahí queridos lectores

es donde debemos aprender a vivir.

lunes, 13 de diciembre de 2010

El blues de la generación perdida

Vivimos en una cultura en la que se nos educa para ser sujetos débiles. Nos entrenan para ser individuos dependientes de los demás, nos enseñan constantemente a pedir ayuda y no a encontrar las soluciones por nosotros mismos. Si un niño no aprueba matemáticas porque no puede o no quiere por él mismo su madre le apunta a clases particulares. Se nos enseña esta dependencia porque de esta forma los recursos se comparten y se mueven de unas personas a otras. Se nos dice incluso como debemos divertirnos ¿es que acaso no sabemos cómo hacerlo? Parece ser que no…incluso nos dicen como tenemos que hacer las cosas cuando por el curso normal de la vida son como son. Un abuelo que pasea con su nieto, mira una valla publicitaria y lee: “si tiene achaques tómese la pastilla X y podrá pasear sin problemas con su nieto”. ¿No es normal tener achaques a esa edad? ¿Con la pastilla ya se han solucionado los achaques? No lo creo… si en todos los contextos de nuestra vida nos dicen lo que debemos hacer, no nos están dejando discriminar por nosotros mismos. Si nos han enseñado que una persona que te mira más de veinte segundos fijamente es que nos está amenazando, la próxima vez que alguien nos mire más de veinte segundos fijamente pensaremos que es una amenaza ¿dónde está el problema? ¿En la otra persona o en nosotros? Sin duda en nosotros, la otra persona simplemente nos está mirando, somos nosotros los que estamos relacionando esa mirada con un estímulo amenazante.

martes, 30 de noviembre de 2010

A perfect circle

Cuando nacemos y vamos contemplando el mundo desde el carrito que empuja nuestro padre o nuestra madre todas aquellas personas con las que nos detenemos, nos cogen, nos acarician, nos miran interesados en nosotros. Conforme vamos creciendo estas interacciones sociales van disminuyendo hasta el punto que a veces nos cruzamos por la calle con personas que conocemos y no nos dirigimos ni una simple palabra o hacemos como que no la hemos visto. ¿Qué ha ocurrido? ¿Es que las interacciones que teníamos de pequeños y que nos estimulaban ya no lo hacen? Puede ser que según crecemos vamos adquiriendo una identidad personal y por ejemplo que una amiga de nuestra madre se pare con nosotros en medio de la calle y nos empiece a abrazar o acariciar como cuando éramos pequeños nos de vergüenza. ¿Por qué cuando crecemos nuestro círculo de interacciones decrece? Quizás sea culpa del tiempo (eso que hace que las cosas no pasen todas a la vez) que limita nuestras interacciones y por lo cual tenemos que escoger dentro de las posibilidades que tenemos a nuestro alrededor aquellas que más nos satisfacen o como decía antes nos estimulan.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Al final

R: ¿Cómo te encuentras? ¿Está dando la vida ese giro que necesitabas?

O: Está dando tantos giros que estoy mareada y ando perdida sin rumbo.

R: Seguro que en uno de esos giros podrás encontrarlo, simplemente tienes que esperar el adecuado.

O: Me temo que a veces aunque estés a la espera de tu oportunidad, no puedes cogerla, sino que debes conformarte con la incertidumbre del día a día.

R: ¿Por qué conformarse? Cuando las oportunidades llegan deben aprovecharse, luchar por ellas. Sino las aprovechas vivirás en la incertidumbre. Debes dar un paso, aunque sea de vez en cuando y así ir saliendo de esta situación.

O: Lo que quiero hacerte ver es que no siempre depende de uno mismo. A veces, tenemos que marcarnos prioridades que nos limitarán en la toma de decisiones. Puedo tomar unas decisiones que me afectarán, pero no son las que quiero tomar, sino las que debo. Por lo que deja de ser una oportunidad para convertirse en una obligación.

R: Tienes razón, pero la vida está llena de obligaciones, a todos nos ha pasado que por tener una determinada obligación hemos perdido una oportunidad, por ejemplo de hacer un viaje, salir de fiesta, ir de paseo…pero yo no te hablo de ese tipo de obligaciones, sino de las importantes, las que te llegarán poco a poco en la vida y esas son las que no debes dejar pasar. Un pequeño paso es estar hoy con nosotros para hacer el examen y si apruebas la asignatura habrás dado un paso más grande para que te lleguen oportunidades importantes.

O: Te lo agradezco, pero será por la situación que lo veo diferente. Perder esas oportunidades por algo o por alguien que merece la pena se hace sin esfuerzo y además con paciencia, valoras lo que haces aunque sepas que el tren hace rato que dejo de pasar. Sin embargo, mantienes la esperanza de que el próximo podrás cogerlo o que siempre habrá uno disponible. Todo es subjetivo y personal, la historia de cada uno. En mi caso, ya tomé la decisión de no limitarme más y aprovechar las oportunidades.

R: Ahí tienes la respuesta, la historia es de cada uno y cada uno la construimos a nuestra manera siempre amparada por un contexto social del que no podemos escapar y es ahí querida amiga donde están los fallos. Sin un contexto en el que desenvolverte no tendrías limitaciones y tus decisiones serían lo que impregnarían tu vida, única y exclusivamente tus decisiones.

jueves, 18 de noviembre de 2010

En fin...la Psicología

"Gracias por llamar al Instituto de Salud Mental, la compañía más sana para sus momentos de mayor locura..."

Si usted es obsesivo-compulsivo, presione repetidamente el nº 1.

Si usted es co-dependiente, pídale a alguien que presione el nº. 2 por usted.

Si padece de personalidaded múltiple, presione el 3, 4, 5 y 6.

Si usted es paranoico, nosotros ya sabemos quien es usted, sabemos lo que hace y sabemos lo que quiere, de modo que espere en línea mientras rastreamos su llamada.

Si usted sufre de alucinaciones, presione el 7 en ese Teléfono gigante de colores que usted (y sólo usted) ve a su derecha.

Si usted es esquizofrénico, escuche cuidadosamente y una pequeña voz interior le indicará que número presionar.

Si usted es depresivo, no importa que número marque, nada conseguirá sacarlo de su lamentable situación.

Si usted sufre de amnesia, presione 8 y diga en voz alta su nombre, dirección, teléfonos, cédula, fecha de Nacimiento, estado civil y el apellido de soltera de su madre.

Si usted sufre de indecisión, deje su mensaje después de escuchar el tono...o antes del tono...o después del tono...o durante el tono. En todo caso espere el tono.

Si sufre de perdida de memoria a corto plazo, presione 9. Si sufre de pérdida de la memoria a corto plazo presione 9. Si sufre de pérdida de la memoria a corto plazo presione 9.

Si tiene la autoestima baja, por favor cuelgue, Todos nuestros operadores están atendiendo a personas más importantes que usted.