domingo, 26 de septiembre de 2010

Estar sin estar

M: Estoy harto de sufrir.
R: ¿A que sufrimiento te refieres?
M: Al que me provocan todas las relaciones que he tenido hasta el día de hoy.
R: ¿Que solución te propones?
M: He pensado en algo que probablemente no tenga sentido, pero que creo que puede ser una buena solución.
R: Cuentame porque piensas que no tiene sentido, a lo mejor lo que no tiene sentido para una persona si lo tiene para otra.
M: Te cuento. Mirando atrás y analizando todas mis relaciones, he sacado la conclusión de que a esas mujeres las he querido mas que a mi mismo y quizás por eso cuando la historia ha acabado mi sufrimiento ha sido casi insoportable.
R: ¿Cuál es tu solución para que no te vuelva a ocurrir algo así?
M: He pensado que mi próxima relación la tendré con una mujer de la que no me pueda enamorar, de esta forma crearé una barrera entre ella y yo para que el día a día no me vaya desgastando como me ha pasado con las anteriores.
R: De esta forma, ¿pretendes no sufrir?
M: Claro. Piensa que si nos enfadamos será como hacerlo con un amigo, no me afectará de la misma manera que si fuera con alguien del que estas enamorado. Por ejemplo si me entero que ha estado con otro chico no será igual y si tengo la oportunidad de estar con otra muchacha que me encuentre y me guste mas que ella mi conciencia no será un problema.
R: Creo que eso no es posible. Según algunas teorías los genes de tu cuerpo buscan expresarse en otro cuerpo con el que poder sacar adelante la mejor descendencia posible y por eso hacen que te enamores de una determinada persona. Por otro lado esta otra teoría que dice que nos enamoramos de aquella persona que nos recuerda a nuestra madre o nuestro padre en los rasgos o en su forma de ser, ya que como bien sabes Freud dice que el primer amor de los niños es su madre (complejo de Edipo) y el primer amor de las niñas es su padre (complejo de Electra).
M: Esas teorías son muy interesantes, pero a mí me interesa saber la tuya.
R: Yo creo que en nuestra vida está implícito el sufrimiento, no solo en las relaciones de pareja, sino en cualquier relación que tengas ya sea familiar, de amistad...de una u otra forma esas relaciones nos hacen sufrir. Afrontando ese sufrimiento es la única forma de llegar a la felicidad.
La solución que te propones solamente te creará un gran vacío y la desecharás antes de que la hayas emprendido.
M: Creo que te he comprendido, solamente superando las dificultades se puede seguir adelante, asique tengo que prepararme para volver a sufrir.
R: Exacto.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Cabezabajo

Quiero poder saltar con facilidad

Los obstáculos que la vida me pone,

Quiero volver a mi niñez

Donde todo era como un cuento,

Qué difícil es sobrevivir

Sin dinero y con muchos sueños,

Que difícil actuar pensando en mañana,

Me gustaría pensar con calma…

Alguna vez,

Ojala un día me levantara

En un mundo sin hambre ni guerras,

Donde la estupidez humana

No tuviera cabida,

Donde las personas no te decepcionaran

Y te agradecieran lo que haces por ellas,

En un mundo

Donde no se antepusieran los intereses de un individuo

A los de un pueblo,

Donde no dejáramos de reír

Pero qué difícil es hacerlo…

viernes, 10 de septiembre de 2010

New York, New York I

Parecía que nunca llegaría, pero llegó y como todas las experiencias hay que contarlas desde la distancia, sin ser atrapado por las emociones momentáneas y sobre todo porque después de un tiempo se saborean mejor.

Salimos de Puertollano de madrugada con el convencimiento de no dormirnos en el camino, ya que teníamos por delante 8 horas de avión, pero el reto era difícil, viajar de madrugada en una cómoda furgoneta hace que a cualquiera le den ganas de cerrar los ojos. Primera etapa superada: llegamos a la T4, a la inmensa T4.

Antes de entregar las maletas tuvimos que responder a una serie de preguntas estúpidas, la caída de los dos grandes iconos de la ciudad de Nueva York ha hecho mucho daño por allí. Después descubriríamos que los miles de controles que creíamos que había que pasar a nuestra llegada a USA se solventarían con un breve interrogatorio de cinco minutos, sobre a qué íbamos al país.

Siguiente etapa, el viaje en avión, era la primera vez que me montaba en un aparato de tales características, había escuchado historias de todos los colores sobre ellos, pero mi experiencia fue decepcionante. No me corrió ningún escalofrío ni al aterrizar ni al despegar, que lástima, ya que esperaba sentir algo parecido a una atracción de la Warner.

Cuando entrabamos en la ciudad empezó una especie de colocón que no se me pasaría hasta dos días después, no podía dejar de mirar con asombro todo lo que se levantaba a mí alrededor. Llegada al hotel y primer paseo por esa magnífica ciudad, el primer lugar en el que nos detuvimos, un puesto de perritos, una ilusión que todos habíamos adquirido de tantas y tantas películas que habíamos visto sobre la ciudad.

Seguimos andando y llegamos a la Quinta Avenida, donde confluyen las carreras de cientos de personas con la pose casi de estatuas de los que pisamos sus aceras por primera vez. Al pasear por esta calle te sientes como el actor principal de una producción de Hollywood, sólo que te falta la cartera llena de dólares para pasar a Tiffanys. Caminar por la Quinta Avenida será uno de esos recuerdos que se quedarán en mi mente para siempre, es impresionante pasear por una calle tan llena de vida.

Última parada del día: Time Square, el baile de luces más impresionante que jamás haya podido contemplar. Te sientes como la primera vez que vas a la feria y todas las luces de tu alrededor captan tu atención y no puedes mirar a todo lo que te gustaría a la vez; y el tiempo pasa y tú sigues sin saber dónde mirar porque todo lo que te rodea te fascina. Nueva York es la ciudad de las luces y Time Square es la bombilla más brillante.

Continuará…