R: ¿Cómo te encuentras? ¿Está dando la vida ese giro que necesitabas?
O: Está dando tantos giros que estoy mareada y ando perdida sin rumbo.
R: Seguro que en uno de esos giros podrás encontrarlo, simplemente tienes que esperar el adecuado.
O: Me temo que a veces aunque estés a la espera de tu oportunidad, no puedes cogerla, sino que debes conformarte con la incertidumbre del día a día.
R: ¿Por qué conformarse? Cuando las oportunidades llegan deben aprovecharse, luchar por ellas. Sino las aprovechas vivirás en la incertidumbre. Debes dar un paso, aunque sea de vez en cuando y así ir saliendo de esta situación.
O: Lo que quiero hacerte ver es que no siempre depende de uno mismo. A veces, tenemos que marcarnos prioridades que nos limitarán en la toma de decisiones. Puedo tomar unas decisiones que me afectarán, pero no son las que quiero tomar, sino las que debo. Por lo que deja de ser una oportunidad para convertirse en una obligación.
R: Tienes razón, pero la vida está llena de obligaciones, a todos nos ha pasado que por tener una determinada obligación hemos perdido una oportunidad, por ejemplo de hacer un viaje, salir de fiesta, ir de paseo…pero yo no te hablo de ese tipo de obligaciones, sino de las importantes, las que te llegarán poco a poco en la vida y esas son las que no debes dejar pasar. Un pequeño paso es estar hoy con nosotros para hacer el examen y si apruebas la asignatura habrás dado un paso más grande para que te lleguen oportunidades importantes.
O: Te lo agradezco, pero será por la situación que lo veo diferente. Perder esas oportunidades por algo o por alguien que merece la pena se hace sin esfuerzo y además con paciencia, valoras lo que haces aunque sepas que el tren hace rato que dejo de pasar. Sin embargo, mantienes la esperanza de que el próximo podrás cogerlo o que siempre habrá uno disponible. Todo es subjetivo y personal, la historia de cada uno. En mi caso, ya tomé la decisión de no limitarme más y aprovechar las oportunidades.
R: Ahí tienes la respuesta, la historia es de cada uno y cada uno la construimos a nuestra manera siempre amparada por un contexto social del que no podemos escapar y es ahí querida amiga donde están los fallos. Sin un contexto en el que desenvolverte no tendrías limitaciones y tus decisiones serían lo que impregnarían tu vida, única y exclusivamente tus decisiones.
Que sabio, mi querido amigo. Te dejo la última palabra, no puedo decir más a semejante verdad. Un fuerte abrazo.
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