viernes, 1 de octubre de 2010

New York, New York II

Nos despertamos todavía atrapados por las emociones del día anterior, pero con ilusiones renovadas para afrontar todo lo que nos tocaba vivir ese día. Lo primero que hacemos es dirigirnos a comernos unas tortitas con chocolate, habíamos cumplido la ilusión de hacer lo mismo que el glotón de Homer Simpsons.

Fue el día más intenso de nuestra estancia en esa magnífica ciudad, la primera parada la hicimos para ver el lugar donde dispararon a John Lennon, en el edificio donde vivía: el Dakota Building, pero unos cuantos nos desviamos rápidamente porque al lado teníamos Central Park y ya teníamos ganas de poner nuestros pies en el pulmón de New York.

La siguiente parada fue Harlem, con sus edificios llenos de escaleras de incendios que en la actualidad no sirven para nada pero que son un símbolo de todo New York. Pasear por sus calles afortunadamente es algo que puede hacer cualquier turista actualmente y nosotros no quisimos perder la oportunidad de retratarnos como una banda de negros dejando pasar el tiempo sentados en las escaleras decualquier edificio.

Después nos dirigimos a ver unos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Empire State y el Flatiron (llamado así por su parecido con las planchas de la época). En este momento nos dimos una carrera para llegar a una tienda de dunkin donuts y probar su amplia variedad.

Salimos disparados hacia Wall Street y empieza a llover, menos mal que íbamos con Walter que sabía todo lo que se puede saber de New York y nos llevó a ver la Zona Cero desde un edificio cercano, contemplar aquello es espeluznante, después de 9 años están empezando a olvidarse de lo ocurrido allí.

Paramos a comer en Little Italy y nos damos una vuelta por Chinatown, su mercado es realmente asqueroso, al menos esa fue la sensación que me dio a mí. Cubos llenos de sapos vivos, gambas enanas llenas de moscas, peces nadando en bañeras y multitud de cosas que no sabría describir.

Pasamos la tarde paseando por el Soho y acabamos en Greenwich Village, donde si hubiéramos tenido un balón de baloncesto podrimos haber echado una pachanga en una de las pistas callejeras de la ciudad.

Intenso día, como curiosidad os diré que el humo que sale de las alcantarillas en las películas no forma parte de los efectos especiales, sino que es así en realidad, las alcantarillas de New York echan humo continuamente, ya que en ellas se encuentra la calefacción de toda la ciudad.

1 comentario:

  1. Tortitas, Empire State, alcantarillas, donuts, Central Park... Me da la sensación de que no te olvidaste de vivir nada en aquella magnífica ciudad... ¡Estoy arrastrando los dientes por el suelo! Sigue contándonos curiosidades y sensaciones, cuando vaya te diré si he tenido las mismas que tú ;)

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