sábado, 23 de octubre de 2010

Carros de fuego

Siempre volvemos al mismo punto de partida. Hasta que no nos convertimos en el actor principal de una película no sabemos con certeza lo que ocurre en ella.

El jueves en la Universidad formamos parte de una película, la película de un chico que como todos nosotros va todos los días a clase, pero por desgracia no lo hace de la misma manera que nosotros, él va sentado en una silla de ruedas.

Nos mostró todos los obstáculos con los que se enfrenta en cada escena diaria que tiene que interpretar. Todos nosotros nos convertimos por unos minutos en parte de esas escenas y nos enseñó que por desgracia en la vida real no hay efectos especiales que te ayuden a superar las barreras con las que se encuentra.

Particularmente me toco vivir la experiencia de subir una rampa de unos quince centímetros, lo cual ya es una ayuda para él, pero tiene un problema que cuando acaba la rampa se encuentra con un bordillo de unos tres centímetros (ya no consiguen hacer ni una pequeña rampa bien). Me dispuse a subir la rampa con su bordillo como lo había hecho él, pero si no es porque tenía una persona detrás de mí, un actor secundario hubiera acabado en el suelo.

Lo triste es que él no dispone de actores secundarios que puedan ayudarle cuando no puede superar un obstáculo. Dejemos de ser espectadores pasivos de una película que vemos a diario y convirtámonos en espectadores implicados en cada escena de la vida de tantas personas que como él tienen que ver la vida de manera diferente y en el que cada obstáculo se convierte en una escena de terror.

¿Qué harías si un coche está aparcado en el único lugar de la acera donde hay una rampa para que tú puedas pasar? Esto ocurrió mientras nos enseñaba todas las dificultades a las que se enfrenta. Pongámonos delante de la cámara y obremos en conciencia.

2 comentarios:

  1. Siempre he admirado la fuerza de voluntad que tienen estas personas, esta fuerza que se forja a base de indignaciones... Son tántas las vidas en las que deberíamos ponernos en su lugar, que instintivamente pensamos: "¿Problemas?¿Yo?... Ésto no son problemas, éso sí lo es". Pensamiento egoísta, pero instintivo... Pensemos un poco más en los demás.

    ResponderEliminar
  2. buenoooooooooooo eres un artistaa rubencito!! me encantaaa!!!!! increible, debio de ser una experiencia lo de la silla de ruedas! un beso!
    MH

    ResponderEliminar